Una experiencia algo diferente. Cris, que vive en San Antonio todo el año, recibe artistas amigos del mundo entero, o sus amigos, en residencias largas o más cortas, pero todas significativas. Así lo explica ella misma:
Las edades, orígenes y experiencia de cada uno de los que llegan son diversas, lo hacen porque buscan pares que vivan conscientemente, con ánimo de aprender, siempre, inventar-se, crear vida y arte, florecer desde adentro y establecer vínculos verdaderos consigo mismo, con los demás y con todo lo que nos rodea.
La naturaleza aquí se expresa en serio, sin vueltas. Un día precioso, cálido y límpido es una lluvia revitalizante al día siguiente o un viento que despeina. Pero está presente y permite a algunos saber cómo es vivir en el mundo interconectado por el ciberespacio y al mismo tiempo muy real, en playas infinitas, árboles frondosos o con espinas, hongos comestibles al alcance de la mano en tu jardín, que no es un jardín urbanizado, sino el bosque nativo posta, tal como crece sólo, sin intervención humana, o por donde las vacas, pueden moverse libres y sagradas.
No es una fábula lo que digo, es que el lugar es mágico, sin más. Un paraíso en tiempo real.
En este contexto, llegan personas de alto interés y frecuencia que van fertilizando el contexto con semillas de oro o notas musicales sublimes que nos llegan al alma.
No puedo aclarar más. El que tiene que llegar llega. Escribirme y vemos.
Buscadores. Inquietos. Atrevidos. Solos, en pareja o en familia. Artistas. Futuros amigos.
Casa San Antonio es perfecta para huéspedes que buscan relax, amplitud y desconexión
Ubicada a menos de 400 mts del Océano -que se cuela por los ventanales de su segunda
Nepales está situada a 350 mts del Océano, en el entorno natural
A tan solo 150 mts del mar y con kilómetros de playa virgen para caminar y bañarse,